top of page

ALCOHOLISMO

 TAMBIÉN HEMOS TENIDO 
 TUS PROBLEMAS, PERO 
 ENCONTRAMOS LA SOLUCIÓN  

Rosalba, Quito

 

El haber crecido en un hogar donde hubo mucho alcoholismo por parte de mi familia paterna y materna marcó mi vida. Hubo episodios de angustia, desesperación, gritos, castigos severos con látigo, inestabilidad, miedo, entre otras condiciones propias de la enfermedad del alcoholismo.  Estaba tan inmersa en ese mundo y el alcohol está tan aceptado en nuestro medio que pensé: “es la forma en la que viven todas las familias”. Sin embargo, por una extraña razón desde muy pequeña busqué escapar, pensando que cualquier otra familia era mejor que la mía. Buscaba la aceptación, comprensión y cariño de otras personas y pensaba que estaría bien siempre que los demás me dieran atención.

Traté de ser la hermana ejemplar, quien se creía responsable de sus hermanos hasta que todos crecimos y cada quien empezó a construir su vida. La enfermedad del alcoholismo afecta de diferentes maneras a cada miembro de la familia. Los problemas crecieron, así como nosotros los hijos. 

A la edad de 30 años me caso con una persona con problemas de alcoholismo y repito los patrones aprendidos en mi hogar de origen, la enfermedad sigue progresando en mí y debido a una pérdida de un ser querido llego a los 37 años a Al-Anon. Ahora entiendo que cada miembro de la familia buscó ayuda luego de haber tocado este fondo tan terrible y doloroso que significa la muerte de un familiar. 

Empiezo con mucha incredulidad y escepticismo a asistir al programa y, solo por la “Gracia de Dios”, me quedo en el programa y tomo las herramientas que me ofrecen. 

Ahora puedo mirar hacia atrás y veo la gran diferencia entre el antes y después de llegar a Al-Anon.  Es como el día y la noche. La sensación de soledad que no podía ser eliminada con nada ni con nadie fue reduciéndose con el apoyo de la hermandad. Como dice el programa, “nunca más estaremos solos” y aunque con mucha desconfianza al principio, ahora confirmo que es verdad. 

 

El programa ha hechos milagros en mi vida, me ha devuelto la seguridad, amor propio, confianza, que no conocía y dado que nadie puede dar lo que no tiene, el programa me ayudó a descubrir todas estas maravillas en mí para poder dar algo mejor y diferente a los demás.  Mis relaciones han mejorado y me esfuerzo por practicar el programa ya que estoy convencida de que lo que no se comparte se pierde. Agradezco a este programa espiritual que me ha permitido encontrar mi propósito en la vida devolviendo lo que gratuitamente se me ha dado.

Gracias  R//

HAY UN PROBLEMA
¿Te angustia los problemas ocasionados por la forma de beber de un ser querido?
¿Sientes que solo/a no puedes y necesitas ayuda?
¿Sientes que tu vida está siendo afectada por la manera de beber de otra persona?

Hay un programa para ti que sí funciona. Aquí encontrarás a otras personas que han tenido las mismas experiencias y han salido adelante.

 

El programa de Al-Anon no es religioso, no tiene costo y funciona en varias zonas de nuestra ciudad y en varias ciudades del país. Visítanos.

HAY UNA SOLUCIÓN

Desde pequeña, en mi adolescencia y hasta cuando me casé  en mi hogar siempre hubo la presencia del licor, y todo lo que ello conlleva, fiestas, “alegría”, peleas, un par accidentes  cuando mi papá manejaba tomado, sin embargo  a mí me parecía que era  normal, y durante toda mi vida pensé que el licor no era un problema hasta que hace más de 7 años,  en mi hogar empezamos  con  problemas por la forma de beber de mi hijo, y yo,  ya había llorado, gritado, me había enojado, había suplicado y nada servía.

En esa época mi vida era totalmente ingobernable, la ira, la culpa, el sufrimiento, la vergüenza, me dominaban, no podía dormir, era muy controladora y habían mucha peleas,  muy feas con mi esposo, me sentía físicamente enferma,  sin embargo  yo seguía pensando que mi vida era normal, que así vivían todos.

Pero esta forma de vivir cada día se hacía más insoportable, más dolorosa siempre con miedo, y con mi esposo decidimos buscar ayuda y fuimos donde  una sicóloga, su sugerencia fue que votáramos de la casa a mi hijo, no lo hicimos, también nos contactó con un alcohólico que había perdido todo y después de recuperarse ahora se dedicaba a ayudar a otros con el mismo problema, con él hicimos varias terapias y,  me habló de Al-Anon y así es como llegué al programa.

En Al-Anon empecé a comprender que había crecido en un hogar afectado por el alcoholismo y, que esto nos había afectado a todos los miembros de mi familia, me refiero a mi mamá y a mí, porque soy hija única, y que mi esposo también venía afectado por el alcoholismo que también hubo en su casa.

En Al-Anon aprendí que el alcoholismo es una enfermedad incurable y contagiosa, y por tanto todos estamos contagiados, también me enseñaron unas herramientas con las cuales yo podría recuperarme, estas herramientas eran: la literatura, la madrina, las reuniones y el Poder Superior de acuerdo a como yo lo conciba. Al principio no entendía nada pero por la gracia de mi Poder Superior seguí asistiendo y poco a poco empecé a entender y supe que lo único que podía cambiar era yo, y empezó mi recuperación, no fue rápido me demoré algunos años, pero valió la pena, porque ahora tengo una vida con paz, serenidad y hasta felicidad, sin embargo de que aún hay crisis, problemas y dolor, pero mi forma de enfrentar esta situaciones ha cambiado, porque he cambiado mi forma de pensar, de decir las cosas y de actuar, ahora vivo en base a principios espirituales, con gratitud, con honestidad, respetando a mis seres queridos, y concentrándome en mí, tratando de cada día ser una mejor persona.

 

Desde pequeña, en mi adolescencia y hasta cuando me casé  en mi hogar siempre hubo la presencia del licor, y todo lo que ello conlleva, fiestas, “alegría”, peleas, un par accidentes  cuando mi papá manejaba tomado, sin embargo  a mí me parecía que era  normal, y durante toda mi vida pensé que el licor no era un problema hasta que hace más de 7 años,  en mi hogar empezamos  con  problemas por la forma de beber de mi hijo, y yo,  ya había llorado, gritado, me había enojado, había suplicado y nada servía.

En esa época mi vida era totalmente ingobernable, la ira, la culpa, el sufrimiento, la vergüenza, me dominaban, no podía dormir, era muy controladora y habían mucha peleas,  muy feas con mi esposo, me sentía físicamente enferma,  sin embargo  yo seguía pensando que mi vida era normal, que así vivían todos.

Pero esta forma de vivir cada día se hacía más insoportable, más dolorosa siempre con miedo, y con mi esposo decidimos buscar ayuda y fuimos donde  una sicóloga, su sugerencia fue que votáramos de la casa a mi hijo, no lo hicimos, también nos contactó con un alcohólico que había perdido todo y después de recuperarse ahora se dedicaba a ayudar a otros con el mismo problema, con él hicimos varias terapias y,  me habló de Al-Anon y así es como llegué al programa.

En Al-Anon empecé a comprender que había crecido en un hogar afectado por el alcoholismo y, que esto nos había afectado a todos los miembros de mi familia, me refiero a mi mamá y a mí, porque soy hija única, y que mi esposo también venía afectado por el alcoholismo que también hubo en su casa.

En Al-Anon aprendí que el alcoholismo es una enfermedad incurable y contagiosa, y por tanto todos estamos contagiados, también me enseñaron unas herramientas con las cuales yo podría recuperarme, estas herramientas eran: la literatura, la madrina, las reuniones y el Poder Superior de acuerdo a como yo lo conciba. Al principio no entendía nada pero por la gracia de mi Poder Superior seguí asistiendo y poco a poco empecé a entender y supe que lo único que podía cambiar era yo, y empezó mi recuperación, no fue rápido me demoré algunos años, pero valió la pena, porque ahora tengo una vida con paz, serenidad y hasta felicidad, sin embargo de que aún hay crisis, problemas y dolor, pero mi forma de enfrentar esta situaciones ha cambiado, porque he cambiado mi forma de pensar, de decir las cosas y de actuar, ahora vivo en base a principios espirituales, con gratitud, con honestidad, respetando a mis seres queridos, y concentrándome en mí, tratando de cada día ser una mejor persona.

MS

FUENTE: 
Testimonios proporcionados por miembros
del grupo Al-Anon "Un día a la vez".
Quito, Ecuador.

© 2023 by The Voice Project. Proudly created with Wix.com

  • Facebook App Icon
  • Instagram
bottom of page